FTW - PARTE III

La conciencia de Razis viajó a un nuevo lugar, esta vez, flotaba en el aire como un ave, sobrevolando Vestland. Sintió la voz de Otis en su cabeza, -Éste, es el Vestland actual, ahora viajaremos hacia el pasado, a sus inicios, disfrútalo-.

Razis sintió como el flujo del tiempo retrocedía, cada noche representaba un nuevo día, y con cada día, menos de ella veía. Adiós Ovarandor, adiós Westvale, luego el Bosque Viviente no era más que una arboleda salvaje sin el toque de los elfos, las montañas se elevaban nuevamente ante la desaparición de los enanos, la vida animal volvía a gobernar con la desaparición de los últimos humanos. El tiempo volvió a su cauce normal, y observó unos momentos la vida sin guerras ni disputas políticas y sintió paz. Otis volvió a hablarle, -La visión de ella, el mundo ideal, nacido del dolor-, Razis contestó al aire, -¿De quién hablas?-.

El tiempo volvió a correr en reversa, los animales desaparecieron, y con ellos la vegetación, luego el agua, convirtiendo el paisaje en un árido desierto que luego se resquebrajó y se fundió en la nada. Solo un gran paisaje de nada, vacío, ninguna estrella iluminaba ese lugar, la nada misma, el vacío infinito. Razis comenzó a temer que había llegado a un punto sin retorno y que pronto se encontraría flotando por la eternidad allí, que había sido traicionado.

La voz de Otis retumbaba como si dentro de un barril se encontrasen, -Aquí es cuando, el momento de la creación, la chispa madre que convierte a éste espacio vacío en un faro de esperanza-, Razis rió ante la espectacularidad de las palabras de Otis, quién hasta ahora no había revelado nada, -Te concedo que eres un buen artista con las palabras, tienes la facilidad de convertir esto en un gran espectáculo, aunque todavía no sepa a qué va esto-.

Una ominosa voz metálica inundó el ambiente, -Archivo Universal Ostark número veinte mil doscientos cincuenta y ocho, la fuga a Vestland, iniciando-, una figura de luz dorada apareció en el medio de la oscuridad, era la figura de una mujer alada, luego apareció una figura humanoide, poseía alas también, pero su pose era más contorsionada y sus alas no poseían elegancia, emanaba una energía oscura, representada en un violeta oscuro, Otis tomó el protagonismo, -Anautia y Zaarvid, los últimos fieles de la guerra entre Yskord y Konkrand. Mientras sus generales arreglaban el destino del universo al que llegaban en reuniones secretas y tratos traicioneros, ambos conservaban intactos la convicción de la causa para la cual habían sido convocados, demostrar la superioridad de su raza y habían determinado no detenerse ante nadie, incluyendo a órdenes de su propia especie, hasta que nosotros, los ostarkanos decidimos que teníamos que poner fín a esta, digamos, molestia-, Razis escuchó atento.

-La guerra ya se había extendido mucho tiempo y no tenían límite, cuando Yskord controlaba un universo, Konkrand tomaba otro, luego las barreras entre ambos se rompían, el choque de dos mundos diferentes desestabilizaba el flujo del espacio para por fin quebrarse aniquilando a sus moradores mientras ambos se retiran, en búsqueda de un nuevo campo de batalla-. Detrás de las proyecciones de Anautia y Zaarvid apareció, lo que para Razis era, un navío gigantesco, reconoció los colores y la parte superior. Otis prosiguió, -Te presento a la nave insignia de la flota ostarkana, el Observador, un arca de rescate para las víctimas, el arma perfecta contra los agresores, un faro de conocimiento-, Razis sintió como las palabras de Otis se llenaban de un orgullo que para él era difícil de entender, así que interrumpió, -Así que, ¿Esto lleva a algún lado?-.

Otis gruñó, -Intento ponerte en perspectiva, pero si deseas que sea más breve, lo haré-, Razis asintió a la nada, -Por favor-.

El Observador proyectó dos rayos de energía sobre Anautia y Zaarvid, haciéndolos desaparecer, -Decidimos encerrar y poner en animación suspendida a ambos. Con ellos fuera de la ecuación, Ostark logró que Yskord y Konkrand detuvieran su guerra ya que los instigadores principales habían desaparecido, y con ello la necesidad de prolongar el conflicto-.

Razis escuchó cada palabra atentamente, pero algo le daba vueltas en su cabeza, -¿Así que entonces estos llamados, ostarkanos, que supongo que tu eres uno de ellos, decidieron convertirse en jueces y árbitros de un conflicto, tomando prisionero a los campeones de ambas razas, ¿Estoy en lo cierto?-, Otis no habló por unos instantes, luego retomó con un poco de duda en su voz, -Creo que es una manera de verlo, pero aun así, el resultado fue el adecuado, ningún universo recibió más el flagelo de ellos-.

Moviendo la cabeza, casi como dándole la razón, Razis hizo un gesto intentando abarcar la inmensidad de la oscuridad que lo rodea, -Concedo que han logrado el objetivo, aunque no estoy tan seguro que podrían ostentar una superioridad moral, al fin de cuentas, no utilizaron diplomacia, sinó técnicas de coerción, pero lo dejaré allí, ahora mi pregunta es, ¿Qué hacemos en lo que llamas el inicio de Vestland, o esa voz decía, la fuga?-.

Otis rió levemente, -Para ser un soldado en una sociedad no tan avanzada, me sorprende tu perspicacia, sabes hacer las preguntas correctas-, Razis sintió que el tiempo volvía avanzar, no a la misma velocidad que en retroceso, ahora podía ver en mejor detalle la aparición de la tierra y el agua, -Cuando un universo cae, no pasa mucho tiempo hasta que otro se forme, es el balance del cosmos-, comenzó a explicar Otis.

-Nuestra persecución a través de los universos llevó a que pusieramos a resguardo lo más preciado que podíamos de cada universo, cada alma que pudiéramos recuperar, verás, el alma no es más que energía contenida en un recipiente, ya puede ser de carne mortal o imperecedero metal, no importa, cuando un universo se destruye, la energía de la explosión acaba con ellas también. El Observador llegó a un punto crítico, donde no podíamos seguir recolectando almas pues nos arriesgamos a perderlo todo, ya no era una energía controlable, entonces encontramos este lugar, un universo recién nacido, un lienzo en blanco. Así que decidimos que este lugar sería el hogar de todos aquellos que ya no tenían-, Otis hizo una pausa. Razis interrumpió a Otis, -¿Estás diciendo que los ostarkanos han creado Vestland?-, sintió su cabeza estallar, en ese momento, él podría estar hablando con quién podría ser su creador, pero no sabía si debía sentirse honrado. La voz de Otis le contestó con calma, -Nosotros, en esencia, no creamos nada, solo empujamos la evolución del universo hasta el punto que fuera habitable y luego decidimos que era momento de liberar las almas aquí-.

Razis dejó de flotar, sus pies tocaron tierra firme, rodeado de la vegetación y fauna de Vestland, levantó su mirada al cielo estrellado, donde el Observador comenzó a desprender volutas de luz radiante las cuales caían como si fueran cometas a la superficie, -Allí van-, dijo la voz de Otis.

Pequeños destellos dorados iluminaban el horizonte. Razis miró el espectáculo, maravillado, por un momento había olvidado que eran almas
exiliadas de sus mundos de nacimiento. Razis miró a Otis, -¿Y qué sucede cuando caen?-, Otis asintió con una sonrisa, -Por eso estamos aquí, espera unos momentos-.

Ambos contemplaron la lluvia de luz por unos minutos mas, la ultima cayó a unos metros de distancia de ellos, iluminando todo a su alrededor, Otis señaló hacia la explosión, -Ve, miralo por ti mismo-, Razis dudó unos instantes, pero su curiosidad movía sus pies por instinto. El cuerpo de una mujer yacía en el suelo, Razis corrió hacia ella e intentó sostenerla, pero sus manos atravesaban el cuerpo, lo intentó nuevamente pero no podía, luego recordó que estaba en un gran espejismo y que nada allí estaba a su alcance. Cuando tomó distancia, miró el cuerpo y reconoció las vestimentas a base de pieles y hojas de árboles, su rostro se le hacía familiar aunque la oscuridad no lo dejaba distinguirlo. Pero cuando abrió los ojos, pudo reconocerla, era Ancalime, la líder tribal de los Bosques Vivientes.

Razis vió a la elfa levantarse con una mirada de confusión en el rostro, dijo algo en su lengua natal que no pudo entender, y la siguió con la mirada hasta que se alejó a lo que luego serían los Bosques Vivientes.

-¿Debería seguirla?-, preguntó a Otis a quien sentía a sus espaldas. Sintió una palmada en su hombro izquierdo, -Depende, ¿estás dispuesto a seguir hasta el final?, sé que todo esto será difícil de digerir luego-.

Razis se encogió de hombros, y los dejó caer con pesadez, -¿Sabes? Ya empieza a resultar cansadora la situación, hablar contigo es como comer una pierna de pavo al cual le han puesto hueso cada dos mordidas, cuando parece que estás llegando a la carne, algo nuevo aparece y debes sortear para llegar nuevamente a la carne, hasta me hace pensar que nada de lo que esté sucediendo es tan urgente como para retenerme aquí con tus visiones y comentarios misteriosos-.

Otis suspira en frustración, -Veo que no eres un adepto a la espectacularidad, y no comprendes la grandiosa puesta en escena que hemos hecho aquí, para que pudieras conocer de dónde vienes, y a quienes te enfrentas-.

Razis se dio vuelta bruscamente y con tono elevado lo increpó, -Si quisieras dar un espectáculo, deberías dedicarte al canto o el teatro, para mí solo estás siendo un niño al que le han dado unos juguetes bonitos y brillantes e incluso hasta peligrosos ya que puedes meterte en la mente de las personas, ¿o acaso aquí no eres tu el villano y quieres convertirme?-

La expresión de Otis cambió a indignación, -Dejaré pasar tu acusación hacia mí solo porque creo que estás afectado por la revelación, si alguien se ha sacrificado para que ustedes tengan un lugar seguro donde vivir, ese fui yo-.

Razis rió mofándose de él, -Me resulta difícil de creer que un hombre con ropa tan fina en un lugar tan elegante y cómodo sepa lo que es sacrificar algo-, Otis frunció el ceño y lo golpeó en la cara, Razis se sorprendió, -¿Como pudiste?- preguntó y luego intentó golpearlo, pero lo atravesó como si no estuviera allí, Otis rió, -Mis reglas, lo siento, no quería hacerlo, pero estás siendo insolente, ¿Quieres ver qué sucede luego?, voy a mostrarte-, luego chasqueó los dedos.

El tiempo avanzó rápido nuevamente, aproximadamente dos días, Otis chasqueó nuevamente los dedos y el tiempo volvió a la normalidad y le señaló el Observador, -Dos días pasaron desde que el cuerpo y alma de los exiliados tuvieron una conexión total, los que no lo lograron, murieron, o se convirtieron en espíritus errantes, este proceso es lo que hemos tomado de adaptación y aceptación, a veces el universo mismo rechaza almas implantadas, y otras veces el alma no acepta el universo, ahora nos tocaba a mi, y a mi equipo, ser el escuadrón de saneamiento, darle las últimas pinceladas a este lugar y dejarlo habitable-, fíjate allí.

Seis rayos de luz bajaron del Observador, un grupo de hombres y mujeres cargando unas mochilas de las cuales chispeaban esporádicamente rayos eléctricos, Otis era el líder de ellos.

Varias escenas se fueron presentando ante Razis mientras Otis narraba, -Nos tomó siete días recorrer todo, la tarea fue más sencilla ya que todavía la tierra no había empezado su transformación dando lugar a las montañas y cascadas, así que pudimos encargarnos de las almas errantes y de los cuerpos de los caídos. Pero cuando pensamos que ya habíamos terminado...-, Otis señaló al cielo y un agujero negro comenzó a formarse, -La integridad de este universo comenzó a fallar, no iba a pasar mucho más que unos pocos días hasta que el agujero tomara una dimensión considerable y comenzase a expulsar hacia el vacío a cada uno de los habitantes de aquí, condenandolos a que su vida terminara, y su conciencia y memorias, se perdieran para siempre-.

Razis observó el agujero, aterrado, -¿Pero entonces, cómo puede ser?, ¡no hay nada en el cielo que se vea así!-, su voz denotaba miedo y desesperación.

Otis asintió, entendiendo su miedo, -Nos vimos en un dilema, abandonar el universo al olvido, o intentar salvarlo, no teníamos otras opciones-.

La imagen cambió, mostrando a Otis hablando a través de una máquina con unas figuras etéreas de forma humana, -El consejo de Ostark nos pidió que nos retiraramos, que los abandonaramos, éramos una pérdida de recursos. Nadie se interesó en la vida de los exiliados de la guerra. Incluso pensé en que era el curso correcto. Pero veía las caras de los tripulantes, no querían abandonarlos, pero tampoco teníamos la manera de volver a traerlos, sin causar una pérdida masiva de almas en un ambiente tan inestable. Hasta que a la ingeniera en jefe, que en paz descanse, se le ocurrió que podríamos usar el Observador como un parche para mantener al universo unido, aunque eso nos dejaría varados-.

Otis tomó aire y prosiguió, -Lo consulté nuevamente con el consejo, e incluso me puse en contacto con Yskord y Konkrand para pedir asistencia, fueron negociaciones duras, ¡hasta nos pidieron que nosotros nos dejemos absorber por el vacío, así eliminaban a Zaarvid y Anautia, nuestro sacrificio no era suficiente al parecer!, pero luego de una jornada extensa, recordemos que no teníamos mucho tiempo, conseguimos asistencia, Ostark, Yskord y Konkrand nos abastecerían de todo lo que necesitamos para mantener el Observador en funcionamiento, y nosotros nos encargaríamos de mantenerlos a todos a salvo, pero sin interferir en sus vidas-.

Razis se quedó en silencio unos momentos, -¿Por qué lo hicieron?, no tenían motivos para hacerlo, podían marcharse y dejar que todo desapareciera-.

Otis suspiró y sonrió, -Nos pidieron morir para evitarles inconvenientes, invertimos mucho tiempo limpiando los desastres de los demás, no íbamos a esconder la suciedad bajo la alfombra solo porque no querían molestarse en terminar el trabajo-, Otis chasqueó los dedos, volvieron al Observador.

No hay comentarios.: